Tener hijos

Si no tienes hijos, y te gustaría tenerlos, mi consejo es que completes tu recuperación antes. Criar a un hijo requiere mucho tiempo y esfuerzo. Incluso mucha gente que ha tenido hijos muy deseados, ha confesado que es mucho más duro de lo que mucha gente se pueda imaginar.

Si no estás completamente recuperado, el gran esfuerzo que requiere criar a un hijo te puede pasar factura física y emocionalmente. Si no estás bien o estás agobiado con la situación, entonces ocurrirá lo peor, tu malestar afectará a tus hijos. Por eso es importante que te encuentres completamente recuperado. Lo que menos quieres es repetir los mismos errores que cometieron tus padres y hacer daño a tus hijos.

Muchas personas se convierten en padres simplemente cuando quieren serlo, y piensan que tienen todo el derecho del mundo. Yo no estoy de acuerdo con ese modo de pensar.

Mi opinión es que hay que tener un hijo cuando se dan las todas circunstancias en el momento de la concepción para la felicidad del futuro hijo, y no de los padres o uno de los padres.

Las circunstancias para la felicidad de un hijo las describo a continuación y es simplemente mi opinión.

Lo primero es que estén presentes un buen padre y una buena madre (no uno u otro, sino los dos a la vez y, además de los dos a la vez, que los dos sean buenos progenitores), que estén dispuestos a recibir a ese hijo, darle amor incondicional y cubrir todas sus necesidades físicas, psicológicas y emocionales. Es cierto que, con los varapalos que da la vida a veces, esto no es posible y está fuera de nuestro control. Por ejemplo, una pareja con toda la intención de ser buenos padres conciben un hijo y, poco después, uno de los padres tiene un accidente de coche o una enfermedad terminal. El hijo crecerá sin uno de sus padres y, en realidad, no es culpa de nadie. Pero a lo que me refiero es que, en muchos casos, hay personas que quieren tener hijos solas o tienen hijos con alguien que saben (o deberían saber) no va ser un buen padre ni va a estar ahí. Solo piensan en sí mismos y no en el futuro hijo. Tienen hijos simplemente porque quieren tener hijos. Otros piensan que está bien traer al mundo a un hijo si se está bien económicamente ya que no le va a faltar nada al niño. Quizá no le va a faltar nada económicamente, pero le va a faltar una o dos de las dos personas más importantes para un niño, o un buen padre o una buena madre o los dos.

Yo crecí sin un padre y recientemente he aceptado que siempre eché de menos un padre, no solo en mi niñez y adolescencia, sino también en mi vida adulta. Personas que crecieron con un padre y sin una madre supongo echaron mucho de menos a una madre. Sé que en las familias modernas hay ahora muchas combinaciones y no voy a entrar en esos debates. A mí personalmente me hubiese gustado tener un padre y una madre, y no quería dos padres o dos madres, o un padre solo o una madre sola. Es la verdad y es lo que siento. (Respeto a quien difiera pero también debo decir que muchos con los que he hablado y han estado en desacuerdo conmigo han tenido un padre y una madre y, por lo tanto, no saben realmente lo que es estar sin uno de ellos.) Intenté convencerme durante muchísimo tiempo (de hecho, casi toda mi vida), que no necesitaba un padre. Pero he aceptado la realidad. Eché de menos un buen padre y nuestra vida hubiese sido muy diferente (sin duda, mucho mejor) si hubiese tenido un buen padre.

Lo que he dicho arriba no quita que yo agradezca a mi madre lo que hizo por mí y por mis hermanos/as. Se lo agradezco y mucho. Sin embargo, ella sabía o debería haber sabido que mi padre no iba a ser un buen marido y menos un buen padre. Al tener hijos con él, ella en cierto modo, preparó un camino de espinas para ella. Y ella no fue la única que sufrió. Mi hermanos/as y yo también sufrimos mucho todos esos años de nuestra niñez y adolescencia.

También es importante una situación económica aceptable que te permita sacar adelante a tus hijos sin preocupaciones de si vas a tener suficiente para cubrir sus necesidades básicas o más allá de lo básico. Lo que queremos es un niño feliz y no que simplemente sobreviva. Todo el dinero del mundo no puede suplir la ausencia de unos buenos padres o de uno de los padres. Un niño no necesita millones de euros, y la riqueza no garantiza para nada una vida familiar feliz. Pero la pobreza mucho menos. Si tu situación económica es mala e insegura, deberías esperarte a tener hijos hasta que tu situación sea mejor y estable. En resumen, un niño necesita dos progenitores buenos que lo quieran de manera incondicional, que cubran sus necesidades físicas, psicológicas y emocionales, y que le puedan proveer un espacio bueno y seguro para crecer. Si no puedes garantizar eso, no deberías tener un hijo. No se trata de lo que tú quieras o te apetezca, sino de la felicidad de tu futuro hijo. No tener hijos no es el fin del mundo. Como he dicho con anterioridad, la raza humana no está en peligro de extinción.

Mucha gente también tiene hijos pensando en su vejez, para tener a gente que cuide de ellos cuando sean mayores. Tener hijos con este fin es un error. Primero, no hay garantía de que los hijos vayan a sobrevivir a los padres. Si todo va bien, los padres fallecerán antes que los hijos. Sin embargo, a un hijo le puede pasar algo y puede fallecer antes que sus progenitores. Esto es algo muy triste y trágico pero puede pasar en la vida y es algo a tener en mente. O tu hijo puede decidir irse a vivir lejos de ti. Igual también se empareja con una persona que no te guste y eso afectará vuestra relación. O quizá no desee relación contigo, lo mismo que te ha pasado a ti con tus padres. Lo que quiero decir es que, aunque tengas hijos, es muy probable que acabes en una residencia para mayores. Tener hijos no es garantía de que vayan a cuidar de ti cuando seas mayor. Y como he dicho antes, no hay que tener hijos pensando en motivos egoístas para ti. Hay que traer a un hijo al mundo cuando se dan todos los elementos para que tu hijo pueda tener una niñez y adolescencia felices. Cuando alcancen la mayoría de edad, ellos ya son responsables de sí mismos y tú ya has hecho lo que tenías que hacer.

Resumen:

  • Hay que tener hijos cuando se dan todas las circunstancias en tu vida para la felicidad de tus hijos.
  • Los hijos necesitan buenos progenitores y un sitio seguro y feliz donde crecer.
  • Los hijos necesitan amor incondicional y progenitores que cubran sus necesidades físicas, psicológicas y emocionales.
  • Si tu situación económica no es buena o no es estable, no deberías tener hijos hasta que sea mejor y estable. Pero la riqueza simplemente no garantiza la felicidad de los hijos.