In memoriam

Antes de meternos de fondo en el tema, debo clarificar que no espero que ningún niño lea estas páginas, ni estas paginas están dirigidas a niños. No tengo la preparación ni cualificación para ello.

Un conocido actor de Hollywood dijo una vez que lo mejor de ser adulto era que podías comer todas las golosinas que quisieras y nadie te podía decir nada. Eso es cierto. Es una forma muy simple de enumerar las cosas infinitas que podemos hacer siendo adultos en contraste con la total indefensión de un niño. Como adultos tenemos capacidad legal para hacer lo que veamos conveniente. Aplicado a nuestro caso es  que, por fin, podemos alejarnos de nuestra familia, de esas personas que nos han hecho daño.

Sin embargo, quiero recordar y rendir homenaje esas pequeñas personitas que nunca van a llegar a adultos o que van a llegar pero no van a poder rehacer su vida ni disfrutar su vida adulta debido al gran daño físico, psicológico y emocional al cual han sido sometidos por sus padres.

Las noticias de niños que han perdido la vida a causa de actos o negligencia por parte de sus padres no es algo raro. Ocurren cada dos por tres. Y luego salen familiares y amigos lamentándose, llorando, dándose golpes en el pecho. Y yo me pregunto, ¿dónde estaban todos cuando esas vidas se podrían haber salvado? Normalmente un niño no fallece de la noche a la mañana. Hay un proceso y, en la mayoría de los casos, un proceso bastante largo de incidentes y abusos hasta que un día ese niño ya no puede más.

Hubo un caso que leí sobre un niño precioso, de unos cuatro años, vivía con su madre pero se tuvo que ir a vivir con su padre y su madrastra cuando a su madre la metieron en la cárcel por homicidio. No paso mucho tiempo hasta que el padre y la madrastra empezaron a maltratarlo. Lo encerraban, le pegaban, y no le daban de comer entre muchas otras cosas. Siento relatar todo esto, sé que es muy desagradable, pero hay muchos casos así y mucho peores. Estos incidentes de abusos pasan todos los días  y no los podemos ignorar. Queremos pensar que todos los padres son buenos o lo hacen lo mejor que pueden pero, por desgracia, esto no es así. Volviendo al caso del niño, sus abuelos, en una visita, le vieron los moratones al niño y lo reportaron a las autoridades. Las autoridades visitaron a la familia dándoles aviso, permitiendo así a los padres a manipular al niño y simular una vida familiar normal. Muy poco tiempo después, el niño falleció debido un golpe en la cabeza. La autopsia también reveló mas abusos.

Cada vez que hay un caso así, parece que la sociedad va a reaccionar por fin y que las cosas van a cambiar. Pero esto no sucede. No hay que esperar mucho hasta la próxima noticia trágica.

La muerte de un niño a manos de los que se suponen deben cuidarlo todavía conmociona a cualquiera. También se da el caso de adultos que hacen daño o matan a niños como venganza hacia sus ex parejas. Algunos le llaman violencia vicaria. En mi opinión es, por encima de todo, violencia infantil. Se le está haciendo daño a un niño y el que más ha perdido no es la ex pareja sino el niño. El niño ha perdido su vida, que es lo más valioso.

El segundo lugar de las cosas terribles que le pueden suceder a un niño son los daños y/o abusos físicos y sexuales. También pasan por doquier, en muchas familias. Muchos se saben porque se han denunciado pero muchos otros ni se saben ni se sabrán. Será uno de los secretos que hay que guardar en la familia. Por supuesto, estos abusos normalmente ocurrirán en la más estricta intimidad y será difícil detectarlos. Aquí los médicos y enfermeras pueden ayudar si ven algo sospechoso en chequeos médicos rutinarios o si un niño es llevado a urgencias al hospital.

Lo siguiente, en el escalafón de abuso infantil, seria daño psicológico y emocional de las familias a sus niños, que es el tipo de daño más común. En general, el abuso emocional está muy extendido, también entre adultos. Pero cuando la víctima es un niño, claramente, hay una gran desventaja. Un niño es más vulnerable que un adulto con menos herramientas para poder luchar y defenderse. Hay muchas pequeñas cosas que se pueden hacer, si somos observadores objetivos o parte de la familia, para ayudar a un niño que sospechamos puede ser víctima de abuso psicológico y emocional. Lo primero es vigilar de qué modo le hablas al niño. Piensa que ese niño no tiene una vida feliz en su casa y, lo que menos necesita, es que vengas tú a renegar o decirle lo que tiene que hacer. Recuerda ser amable y bondadoso. Recuerda, sobre todo, que cuando ese niño sea adulto, nunca va a olvidar cómo le hablaste cuando era niño.

Los profesores de escuela y otros profesionales en contacto con niños también están en buena posición para ver si hay algo que no va bien y poder alertar a las autoridades competentes. Debo mencionar que, por todos es sabido, hay adultos en posición de poder en contacto con niños que también abusan de niños. Estos actos son igual de reprobables, escandalosos y repulsivos. Sin embargo, todo el mundo estará de acuerdo, todavía lo es más cuando este abuso es causado por tus padres u otras personas que se supone son responsables y deben cuidar al niño.

Todos, por favor, abrid los ojos, y sobre todo los profesionales que se supone deben estar ayudando a los niños. Mirad a vuestro alrededor por si acaso un niño estuviese sufriendo y pudiese ser salvado. Si algo te parece sospecho o nada normal, habla con las autoridades competentes. Es posible hablar con las autoridades de modo confidencial. Desde luego, con los padres no. Los padres siempre negarán que pase algo malo. Además, les estarás dando aviso de que su abuso es aparente. Lo que harán será, no parar el abuso, sino arreglárselas para que pase desapercibido. También puede pasar que las autoridades hagan poco o nada. Eso ya está fuera de tu control pero, por lo menos, habrás hecho algo y tendrás la conciencia libre de cargo. Pero igual si que te hacen caso, y podrás salvar a alguien.

Lo que nos pasa a todos de niños es muy importante y tendrá grandes consecuencias en nuestra vida adulta. Un niño con una infancia traumática quedará marcado, de un modo u otro, de por vida.

Muchos padres dirán que quizá no tengo compasión ni me pongo en el lugar de los padres, los cuales tienen un papel difícil muchas veces. Hay ocasiones, dirán, en que hay que disciplinar a un niño. Vaya, que unos padres los hacen lo mejor que pueden en mayoría de los casos. Comprendo que a veces habrá que disciplinar a un niño, pero el derecho a disciplinar no es carta blanca para abusar a un niño o chillarle o hablarle mal a un niño si un día estas de mal humor. Eso de que los padres lo hacen lo mejor que pueden no es excusa, sinceramente. Ser padre o madre es una opción, es una decisión voluntaria. Todo el mundo sabe, o debería saber, lo duro que es criar a un hijo. Si se trae un hijo al mundo, hay que ser un buen padre. Simple y llanamente. Si piensas que no puedes ser un buen padre, mi consejo es que no traigas a un niño al mundo. Si lo piensas bien, hoy por hoy, la raza humana no está en peligro de extinción.

A todos los niños que habéis perdido la vida por acción u omisión de vuestros padres o las personas que debían cuidaros, D.E.P.

 

No os olvidamos.

No os olvidaremos.

Vuestras estrellas brillan en lo más alto. Siempre.