Despertar
Es muy difícil despertar pero, cuando sucede, es algo a partes iguales doloroso y maravilloso.
Siempre me he preguntado, ¿qué sienten los niños que nacen en familias felices cuando se dan cuenta de eso, de que están en una familia feliz? Lo he preguntado a varias personas y lo que dicen es que no piensan nada. Piensan que es normal estar así. Estar disfrutando de la niñez como es debido. En realidad, es lo que debería ser. Todo niño debería tener una niñez feliz en un sitio seguro.
Cuando yo tomé conciencia de mi situación familiar, desde una edad muy temprana, no podía hablar, literalmente vaya. Estuve tartamudeando durante mucho tiempo. Mi padre era alcohólico y jugador. No hace falta que diga que la situación en casa era bastante triste. Voy a resumirlo lo máximo que pueda. Como he dicho anteriormente, no es el propósito de estas páginas contar mi vida ni ir de victima. Sin embargo, debo referirme a ella para poder poner cosas en contexto, y poder explicar las cosas de forma más clara y así ayudar a otros y explicar cómo manejar algunas situaciones.
Mi padre se gastaba todo o la mayor parte de su salario bebiendo o jugando en las máquinas tragaperras. Mi madre trabajaba limpiando casas. Muchas veces, cuando mi padre se había gastado todo su dinero, tenía que esperar a que mi madre cobrase para pedirle y así poder cubrir necesidades básicas como poder ponerle gasolina al coche. Mi madre llevaba el peso de la casa y la crianza de los hijos/as.
Como te podrás imaginar, siempre vi a mi padre como el malo de la película, el lobo feroz. Mi madre era la héroe. Mi madre también era la héroe para familiares, amigos y todo el mundo que la conocía y oía de ella. Tenía que soportar a un marido que le hacía sufrir mucho. A la vez, tenía que sacar a su casa y a sus hijos/as adelante. Lo que la gente no sabía es que no era todo tan sencillo como parecía.
Tanto mi padre como mi madre habían tenido una niñez y una adolescencia muy infelices.
El padre de mi padre había sido también alcohólico y había maltratado tanto a su mujer como a sus hijos (mi padre y mis tíos). Mi padre empezó a fumar y a beber alcohol, animado por su padre, siendo tan solo un niño con tan solo ocho años. Según me ha contado una de mis tías, mi padre recibió una paliza tan grande de su padre que casi no sobrevive. No es que tuviese moratones. Todo su cuerpo fue un moratón por mucho tiempo.
Mi madre tuvo la desgracia de perder a su madre cuando era una niña. Su padre se casó con otra mujer y tuvo otras hijas con la madrastra de mi madre. Mi madre sufrió, lo que se denomina, negligencia o abuso psicológico y emocional. Su madrastra no la quiso nada de nada. Su padre tampoco estuvo ahí lo que debiera haber estado y, al tener una nueva esposa, se enfoco en su nueva mujer y en las hijas que tuvo con ella.
En resumen, como ya he dicho, tanto mi padre como mi madre tuvieron una infancia y adolescencia muy triste y dura. Ambos empezaron a trabajar desde que fueron niños. Se conocieron, se enamoraron y se creyeron que serían capaces de formar una familia feliz. Dejar atrás todo el dolor que habían sufrido. Por supuesto, no fue así. Ambos eran personas que estaban muy dañadas. Esa unión no podría haber salido bien nunca.
Fue muy fácil para mí ver el daño que me causaba mi padre desde que tuve uso de conciencia, ya que era bastante aparente. Dejar de tener relación con él no supuso ningún problema de cara a otros familiares y amigos, o de cara a la sociedad en general. Todos comprendían que, debido a sus adicciones, no era posible tener una relación con él. Debía protegerme a mí.
No sucedió lo mismo con mi madre. Tarde cuatro décadas en darme cuenta del daño que me estaba haciendo. Cuando tenía unos 35 anos (más o menos, no me acuerdo exactamente, la verdad) me distancié de ella por un periodo breve pero volví enseguida. Era incapaz, o no quería ver, que estar con ella no era bueno para mí. Diez años más tarde desperté. Desperté de la forma más violenta en que se puede despertar. Fue al terminar una conversación telefónica, un tanto alterada (como muchas otras), cuando supe que nuestra relación se había roto para siempre y que no quería hablar más con ella. O igual iba a hablar para ultimar nuestra despedida, pero ya no iba a ser lo mismo. No fue la pelea de ese día, como le quise explicar justo antes de romper la relación, fue todo el cúmulo de cosas que habían pasado a través de muchos años.
Lo que quiero decir con todo esto es que despertar puede llevar mucho tiempo. Hay gente que despierta enseguida, hay gente que despierta a los treinta, otros a los cuarenta, otros a los cincuenta, otros a los sesenta. Y hay gente que nunca despierta. Puede llevar mucho tiempo así que, si a ti también te ha llevado tiempo, no te preocupes ni te culpes. Le pasa a mucha gente. Lo importante es que has despertado y ya está. Más vale tarde que nunca.
Al despertar ya no hay marcha atrás. Ya no deseas tener relación, y no hay nada ni nadie que te pueda hacer cambiar de opinión. Se trata de romper en ese momento, que es lo que yo hice, o de elaborar un plan para romper inmediatamente o en un corto espacio de tiempo, que quizá es lo que debería haber hecho. Pero tampoco me importa ahora mucho.
Si has despertado y todavía no has roto con tus padres (cuando digo tus padres quiero decir tanto los dos o uno de ellos), todavía tienes posibilidad de hablar con ciertos miembros de la familia para que, por lo menos, sepan su versión. O para que te puedas despedir de algún modo. Como ya ves, no menciono intentar ganar aliados. De eso no te hagas ilusiones. Como he comentado antes, a menos que sea un caso de abuso serio físico y sexual, pocos o nadie se va a poner de tu lado si quieres dejar a tus padres. La mayoría se va a poner de parte de ellos incluidos tus hermanos, primos y otros miembros más jóvenes de la familia, los cuales siguen muy manipulados y controlados por los miembros más mayores.
Debes tener cuidado y yo recomiendo no revelar tus intenciones de romper con tus padres cuando hables con otros familiares, ya que podrían alertar a tus padres y poner en peligro tus planes. También podrían intentar convencerte para que no lo hagas. Podrían poner en duda el valor de tus convicciones. Si tienes buenos amigos en lo que puedes confiar, y que no tienen ninguna relación con tu familia, quizá podrías hablar con ellos. Pero también debes tener cuidado porque, si por ejemplo, vives en un pueblo pequeño la gente (nos guste o no), habla y tu familia se podría enterar de tus planes. Tus amigos también, por mucho que te quieran, forman parte de esta sociedad que idolatra el sistema familiar. Podrían también intentar convencerte de que abandones tus planes. Por lo tanto, al despertar, si fuera posible, mejor que te lo guardes para ti y que empieces a planear tu salida.
Si despertaste y dejaste a tu familia inmediatamente, como hice yo, tus padres enseguida hablarán con el resto de la familia para ir de víctimas y la familia te dará de lado. Esto será muy duro, un shock. Pero no importa. Debes seguir con tus planes. Piensa que, si te quisieran de verdad, por lo menos buscarían tu versión. También piensa que, incluso si hubieses podido hablar con ellos con antelación, al cortar con tus padres, igual también te habrían dado de lado al final. O sea que tampoco hay mucha diferencia.
Si vives con tus padres, debes buscar otro sitio para vivir y ser independiente. Hablo de cómo hacerlo más adelante. No deben saber tu intención de irte hasta que tengas otro sitio y hayas sacado todas tus pertenencias de su casa. Incluso si no fuese posible sacar todas tus pertenencias, no te preocupes. Lo que debes asegurarte de sacar son papeles importantes, tu documentación (DNI, pasaporte, carnet de conducir), cartilla del banco, títulos academicos y otros papeles que vayas a necesitar en tu vida independiente.
Si ya eras independiente pero todavía tenías pertenencias en casa de tus padres, intenta sacarlas lo antes posible. No hace falta dar ninguna explicación. Si tienes tu casa, entonces tus pertenencias deberían estar en tu casa. Eso también beneficia a tus padres ya que así tendrán más espacio para ellos. Yo cometí el error de no trasladar muchas pertenencias a mi casa cuando me independicé. Al romper con mi madre ya nunca más quise ir a su casa, así que tengo algunas cosas todavía allí. No son de valor económico sino sentimental como fotos, apuntes y libros. Sinceramente, no sé cuándo o si los voy a recuperar.

En el momento de despertar, por supuesto, estarás muy enfadado y dolido. Podrías tener la tentación de decir y recriminar muchas cosas. Yo recomiendo no hacerlo. Cualquier abuso verbal o insulto se volverá contra ti. Y si lo dices por escrito (por mensaje de teléfono o email) estará siempre ahí por la eternidad como prueba irrefutable de que no eres buen hijo y tus padres tienen toda la razón.
Lo que hagas al despertar podría ser crítico para tu recuperación más adelante. Cuanto menos digas y escribas mejor. Hay gente que decide cambiar el número de teléfono. Yo no lo hice. Quizá en algunos casos habrá que cambiarlo. Eso es algo que tú debes decidir. Si crees que cambiarlo te hara sentir mejor y te va a ayudar en tu recuperación, entonces hazlo.
Yo le envié un mensaje de Whatsapp a mi madre bastante largo, a modo de carta despedida. Intenté que fuese lo más amable y respetuoso posible. Igual ahora no lo habría mandado y hubiese puesto algo más escueto. Después de leer lo que mucha otra gente ha hecho, un texto muy breve diciendo que necesitas poner distancia para proteger tu bienestar mental y emocional, y que no deseas tener contacto, puede ser lo más acertado.
Lo que más me aterraba en el momento de la separación de mi madre fue que ella se pudiese hacer daño a sí misma, de la tristeza que yo le podía causar. Pero no fue en ese momento solamente, eso ha pasado toda mi vida. Lo que debes pensar es que tú eres responsable de ti mismo y de tu felicidad, y que tus padres son responsables de sí mismos y de su felicidad.
Los hijos no son responsables de la felicidad de los padres.
La separación es necesaria para tu bienestar y para poder sanar. No debes sentirte culpable. La culpabilidad será el gran enemigo a vencer en el momento de despertar. Yo me sentía muy culpable en esos momentos y durante mucho tiempo. Pero, a pesar de la culpabilidad y de sentirme una persona mala e indigna por romper con mi madre, no podía volver con ella. Con el tiempo y con esfuerzo, la culpabilidad fue desapareciendo y me di cuenta que no era una persona ni mala ni indigna. Entiendo que no todos estarán de acuerdo con eso pero lo importante es que, a base de mucha paciencia y esfuerzo, yo lo creo. Y lo que otros piensen, pues no me importa la verdad. Su problema es.
Mi madre era joven cuando me separé de ella. Ella tenía 65 años y podía llevar su vida haciendo actividades normales. Entiendo que habrá casos en que los padres son muy mayores y pueden necesitar tu ayuda. Eso te haría sentir más culpable y podría tirar al traste tus planes. Pero el hecho de que necesiten tu ayuda no significa que debas tener relación, tolerar abuso por parte de ellos u otros miembros de la familia. Es cierto que debes cumplir con obligaciones legales que imponga la ley como, por ejemplo, darles alimento. Sugiero que, en estos casos, hables con un abogado para saber tus obligaciones exactas hacia tus padres mayores y cómo puedes hacerlo para que tu bienestar y proceso de sanación no se vean afectados. Lo siento, pero un abusador es un abusador tenga 30, 40, 70 o 90 años. No tienes por qué aguantarlo.
Resumen:
- Despertar, y darte cuenta que debes tomar distancia con tus padres, será un shock muy doloroso.
- Sabrás que has despertado cuando te das cuenta que no hay marcha atrás. La relación está rota, y no hay nada ni nadie que lo va a impedir.
- No te sientas mal si has despertado tarde. Le pasa a mucha gente.
- La culpabilidad será un gran enemigo en esos momentos. Ignora esos sentimientos. Si deseas cortar la relación es por algo. Recuerda que tú no eres responsable de otras personas ni de su felicidad.
- Por mucho enfado o rabia que sientas en esos momentos, mejor no dedirlo (ni de forma oral ni escrita) a tus padres o familia. Habla con amigos o algún profesional.
- Si vives con tus padres, debes independizarte. Mejor no revelar tus planes hasta que te hayas independizado o tengas un sitio seguro donde estar. Recuerda sacar de casa de tus padres tus documentos o cuanquier papel oficial o titulación que necesitarás en tu vida independiente.
