El qué dirán

Cuando rompe una pareja o un matrimonio, nadie necesita dar muchas explicaciones. Personas que eran muy cercanas ante la ley, una vez firmado el divorcio, dejan de serlo. Simplemente no querer seguir al lado de tu pareja ya es motivo más que suficiente para terminar esa unión.

Hay parejas que necesitan romper para que uno de los miembros pueda salvaguardar su bienestar físico, mental y emocional. Por lo general, es muy aceptado que puede haber maltrato más allá del maltrato físico. Puede haber maltrato psicológico y emocional que puede ser tan peligroso como el físico. Algunos dicen que puede ser incluso más peligroso ya que no se ve tan fácilmente y, cuando la víctima se quiere dar cuenta, ya es demasiado tarde.

Si tu pareja te ha maltratado emocionalmente, o incluso si no tienes ningún motivo pero te quieres separar, se lo puedes contar a familiares, amigos y conocidos, y todos te van a apoyar.

Es otra cosa muy distanta cuando los hijos quieren separarse de sus padres por maltrato psicológico y emocional. Solo en casos muy serios de abuso físico y sexual te apoyarán si no deseas tener relacion con tus padres. E incluso en esos casos todavía habrá alguien que te sugiera perdonar y volver con tus padres. Pero, como ya hemos visto con el tema de las parejas o en general, puede haber maltrato o abuso que va más allá del físico.

Lo que quiero decir es que, cuando decidas dejar a tus padres, muy poca gente o nadie te va a apoyar. Tu vas a ser tu máximo, y puede ser que tu único, aliado. Nos ha pasado a muchos que intentamos dar todas las explicaciones posibles para justificar nuestra decisión, hemos intentado de forma desesperada que la gente pueda entendernos. En la mayoría de los casos, es una pérdida de tiempo ya que mucha gente nos dirá, o si no nos lo dice lo pensará, que igual estamos exagerando y que debemos reconciliarnos.

Desde mi experiencia, lo que te puedo aconsejar es que debe darte igual lo que piensen los demás. Sé que es más fácil decirlo que hacerlo. Aparte del sufrimiento que llevas por haber roto con tus padres, es una preocupación pensar lo que otros pueden estar diciendo o pensando sobre ti. Si lo piensas demasiado, te puede agobiar mucho. Así que intenta no pensar mucho en eso. Lo cierto es que, no tienes control sobre lo que otra gente pueda o quiera pensar sobre ti. También piensa que, aunque para nosotros todo este asunto familiar es muy dramático, para gente de fuera de la familia no lo es tanto. Igual crees que te están juzgando pero no lo están. En la mayoría de los casos, tu drama con tus padres solo es un cotilleo o pasatiempo para ellos. A la gente no les debes nada, y no te debe preocupar lo que estén pensando.

La mayoría o toda tu familia se va a poner de parte de tus padres. Nada de lo que puedas decir les va a hacer cambiar de opinión. Tanto si es a familiares muy cercanos, como a amigos o conocidos, desde mi experiencia, lo mejor es decir lo menos posible al principio. A todos nos ha pasado que hemos hablado más de la cuenta o dicho cosas de las que nos hemos arrepentido. Algo muy sencillo como, por ejemplo, que has decidido tomar distancia para proteger tu bienestar mental y emocional, y que por ahora no vas a decir nada más ni hablar mal de tus padres. Esto también va en lo que se refiere a amigos íntimos, por lo menos al principio.

Para clarificar, no estoy sugiriendo que no le cuentes nada a nadie, y que te lo quedes todo para ti. Esto tampoco sería bueno. Lo que quiero decir es que no des rienda suelta a contar todos tus sentimientos, dolor y angustia a todo el mundo ya que la gran mayoría de la gente no querrá o no estará preparada para entenderlo. Lo mejor es dejar pasar un tiempo, cuando ya tengas todos tus pensamientos más en orden. Vaya, que las personas a las que les cuentes todo se lo tienen que ganar.

No te voy a aconsejar si debes ir a terapia o no, eso es algo que tú debes decidir. Yo no fui y quizá debería haber ido. Lo bueno de la terapia, según tengo entendido, es que ahí si que puedes contar lo que quieras a tu psicoterapeuta ya que son profesionales acostumbrados a escuchar dramas que no se van a escandalizar ni te van a juzgar. Muchos amigos o personas queridas no están preparados para recibir todo el voltaje emocional que queremos compartir. Como pasa con todo, hay gente que ha tenido malas experiencias con la psicoterapia. Si no te gusta tu psicoterapeuta pues te puedes ir a otro.

Si alguien te dice, y habrá más de uno que te dirá, que tienes que reconciliarte con tus padres, es mejor no enfadarse con ellos ni empezar a defender tu postura. Lo mejor es decir, solo el tiempo lo dirá, y cambiar de tema.

Tambien habrá gente que te diga que exageras, y que tus padres han sido buenos padres o por lo menos lo han intentado. Que lo han hecho lo mejor que han podido. Eso me lo han dicho a mí muchas veces. Es lo que yo siempre había pensado. Pero ahora me doy cuenta que era un error. La verdad es que las personas de fuera no  saben cómo son unos padres a puerta cerrada. Solo los hijos lo saben. Por lo tanto, no tienen autoridad para desestimar lo que un hijo puede sentir y ha experimentado. Yo creo que mis experiencias y mis motivos para separarme de mi madre tienen validez.

Una persona normal y corriente no se separa de sus padres porque sí. Hay un historial largo detrás. Si me he separado es porque hay motivos. Y son motivos válidos. Quien no lo entienda su problema es.

Como ya he mencionado con anterioridad, hay una creencia errónea de que los hijos están en deuda con los padres y que, en cierto modo, pertenecen a ellos. Que incluso cuando los hijos son adultos, los padres tienen “derechos”. Los hijos no pertenecen a sus padres ni les deben nada por haberlos criado desde niños y hasta que alcanzan la mayoría de edad. Tener hijos fue decisión de los padres, y fue seguramente una decisión voluntaria. Si las condiciones económicas no fueron buenas o unos de los progenitores no estaba disponible (poniendo más o toda la responsabilidad en el otro progenitor), eso no fue culpa de los hijos. Las obligaciones de los padres hacia los hijos menores están recogidas en la ley. Por lo tanto, cuidar a los hijos menores es una obligación. A pesar de que esto es un hecho y es bastante simple de entender, cuesta trabajo a la mayoría de la sociedad entenderlo y aceptarlo.

Resumen:

  • Cuando te separes de tus padres, muy poca gente o nadie te va a entender o apoyar. Tú vas a ser tu máximo apoyo.
  • Si piensas que lo necesitas, puedes ir a terapia.
  • No te debe importar lo que piense la gente.
  • No tienes obligación de justificar tu decisión a nadie, ya sean de la familia o no, de forma detallada. Piensa en una “frase comodín” corta, formal y educada para salir del paso y cambiar de tema.
  • Es mejor dejar pasar un tiempo antes explicar con detalle lo que ha pasado o tu postura, para poner en orden tus ideas y estar más calmado.
  • Selecciona muy bien la persona o personas con las que te desees abrir más.